
Tenía la necesidad de escribir este post antes de fin de año (he apurado), no sé si como propósito de enmienda para el nuevo o qué...
Es una de esas tardes de noviembre que me ha dado por darle vueltas un poco más de la habitual al tema de los enigmas de la mente humana, quizá algo se me ha removido un poco más de lo habitual por ahí dentro, precisamente hoy, día de bajón, pretendía ver "El Camino de los Ingleses" del Banderas, tranquilamente y descubro a mitad de visión, que es un "fake", pero bastante cruel además, porque los defensores del derecho de autor en España repiten la parte inicial recurrentemente hasta llegar a las dos horas, y tonto de mi no me había dado cuenta (es que el cine moderno a veces es así).
También contribuye que un poco de sid (licor local saudí para los profanos) se me ha derramado inexplicablemente (pa una vez que lo pido) en la cama y el olor es insoportable, justo en ese momento descubro un pequeño aunque preocupante insecto, bichito digamos, que deambula a lo largo de la mancha y la verdad es que la asociación es bastante macabra. Me descubro a mí mismo a las 8 de la tarde con la corbata todavía puesta, pongo la televisión: efemérides, en el tercer aniversario de la muerte de Arafat los palestinos a tiros en Gaza, nosécuantos muertos. Necesito flotar tumbado en el agua sin hacer esfuerzo con una revista con del revés (a la vista está), pero no siempre uno tiene la ocasión de escaparse a esos sitios de Dios.
Pero a lo que vamos, realmente no salgo de mi asombro, al ver la implacable y consistente lucha que normalmente llevamos contra nosotros mismos día a día, lo que decimos y hacemos, contra nuestras verdaderas intenciones y contra nuestros propios deseos. Ocultarlo a todos, incluso a tus personas cercanas, puede ser hasta comprensible, ¿pero mentirse a uno mismo?, eso ya es más preocupante. Dios sabe lo que esconden nuestros pechos dice el Corán, al menos Dios lo sabe, porque muchas veces ni nosotros mismos los tenemos claro. Océanos de intenciones secretas encontraríamos en lo que hacemos pero cubiertos de montañas de mentiras. ¿Por qué hacemos esto?, se me ocurren algunos ejemplos: salir con la amiga de la chica que te gustaba (para seguir viéndola), casarte con otra de las amigas de la chica que te gustaba (por miedo a fracasar con ella y para seguir viéndola al mismo tiempo), sentirse "satisfecho" con tu trabajo actual, no sea que optando a algo mejor triunfes y haya que abandonar el victimismo, salir a determinada hora a bajar la basura o a tomar una birra (para ver a esa espina clavada de la juventud y seguir reconcomiéndote), criticar al periodista o líder político de turno mientras se le venera secretamente (si las IPs hablaran), clamar contra cualquier tipo de terrorismo o fanatismo y sentir al mismo tiempo una atracción fatal o fascinación obsesiva a todo lo que le rodea, cargar con un carricoche de niños porque "todo tiene una edad", (aunque la hora de la última copa nunca te ha quedado tan clara y eso te aterra). La razón de que la vida se convierta en un "teatro global" quizá tiene que ver con la necesidad de cumplir con el "deber ser" o con lo que "se espera de uno" ¿o no, o quizá es más complejo?. Además el problema de las intenciones inconfesables es que difícilmente llegan a buen puerto.
Hay que reconocer también que hay casos de perfeccionamiento del fingimiento realmente notables y que hasta hacen una carrera de ello. En mi etapa de encuestador conocí a u tipo en una tasquilla de Madrid de mediana edad, aspecto chupado, con chaqueta de chándal y expresión descreída. Le enseño en mi agenda electrónica PDA fotos de famosos que tiene que reconocer y valorar. La mirada fija y el silencio tenso me dicen que no es la indiferencia lo que le provocan. Inicialmente no quiere saber nada de valoraciones, pero tras unos segundos algo parece que le hace cambiar de opinión. Resulta que trabajaba en una empresa que daba servicio de catering a las principales cadenas de televisión del país. Y la foto que le ha hecho reaccionar es la de la más celebrada de nuestras folclóricas, sevillana de sangre, nacimiento y nombre artístico, accesible y pizpireta donde las haya, a pesar de su edad y algún que otro gazapillo célebre. Cuando el mito te echa un café caliente en la cara al grito de "qué porquería es ésta" me imagino que muchos esquemas se romperán. Darte cuenta que para personajes como la "Gran Carmen de España" la vida es un escenario del teatro de la Latina, o un gran plató de televisión, puede hacer sospechar que estamos rodeados de "personajes", y no necesariamente relacionados con el mundo de la farándula ¿o soy yo muy susceptible?.
Por otro lado hay que decir que vemos "la paja" en los comportamientos incomprensibles de los demás, pero no vemos la "viga" de las contradicciones propias, que deberían escapársenos menos. Un saudí me habla de la sorpresa de sus amigos al comprobar que las meretrices indonesias con las que retozaron respetaban los rezos escrupulosamente mientras estaban con ellos. Es una prueba clara de inconsistencia de estas chicas en la práctica del Islam o de la superficialidad con la que entienden el Islam. Evidentemente ellas nunca podrían transitar por los sutiles recovecos que permiten a sus clientes justificar este tipo de "deslices" y tener la seguridad de que serán siempre perdonados por su "eterno propósito de enmienda".
Las ideologías, tomadas como "verdad revelada" y aceptada con tanto voluntarismo como falta de convicción, completa el cuadro de la confusión en las que nos encontramos, a mi entender. Pero hete aquí que de repente unos amigos me muestran que la respuesta a muchas preguntas está en http://www.harunyahya.com/. Se trata de un teólogo musulmán turco con mucho predicamento actualmente, que escribe sobre muchos aspectos de la vida. En sus publicaciones muestran lo que a su juicio une el Judaísmo (que no el Sionismo), Cristianismo e Islam, lo cual me parece constructivo, veraz e interesante. Luego llega la refutación de todas las ideologías "humanas" que acaban en -ismo, y acaban llegando a la negación de la teoría de la evolución o darwinismo. ¿Cómo te puedes imaginar que podemos venir del mono?. Me espeta mi amigo. Ayy…sentido común, a veces el menos común de los sentidos!!….y eso que Dios lo repartió por doquier…
En fin, hay veces la verdad que me bajaría del tren, siempre y cuando no fuera un tren de alta velocidad, no hubiera socavones y pudiera recalar directamente al Mar Muerto, donde el único secreto es una salinidad suficiente para expulsar del agua a cualquier cuerpo lo suficiente para flotar apaciblemente mientras se lee…una revista del revés…sólo para poder sacar la foto…ayyy las intenciones secretas ,-)!!!!!.
También contribuye que un poco de sid (licor local saudí para los profanos) se me ha derramado inexplicablemente (pa una vez que lo pido) en la cama y el olor es insoportable, justo en ese momento descubro un pequeño aunque preocupante insecto, bichito digamos, que deambula a lo largo de la mancha y la verdad es que la asociación es bastante macabra. Me descubro a mí mismo a las 8 de la tarde con la corbata todavía puesta, pongo la televisión: efemérides, en el tercer aniversario de la muerte de Arafat los palestinos a tiros en Gaza, nosécuantos muertos. Necesito flotar tumbado en el agua sin hacer esfuerzo con una revista con del revés (a la vista está), pero no siempre uno tiene la ocasión de escaparse a esos sitios de Dios.
Pero a lo que vamos, realmente no salgo de mi asombro, al ver la implacable y consistente lucha que normalmente llevamos contra nosotros mismos día a día, lo que decimos y hacemos, contra nuestras verdaderas intenciones y contra nuestros propios deseos. Ocultarlo a todos, incluso a tus personas cercanas, puede ser hasta comprensible, ¿pero mentirse a uno mismo?, eso ya es más preocupante. Dios sabe lo que esconden nuestros pechos dice el Corán, al menos Dios lo sabe, porque muchas veces ni nosotros mismos los tenemos claro. Océanos de intenciones secretas encontraríamos en lo que hacemos pero cubiertos de montañas de mentiras. ¿Por qué hacemos esto?, se me ocurren algunos ejemplos: salir con la amiga de la chica que te gustaba (para seguir viéndola), casarte con otra de las amigas de la chica que te gustaba (por miedo a fracasar con ella y para seguir viéndola al mismo tiempo), sentirse "satisfecho" con tu trabajo actual, no sea que optando a algo mejor triunfes y haya que abandonar el victimismo, salir a determinada hora a bajar la basura o a tomar una birra (para ver a esa espina clavada de la juventud y seguir reconcomiéndote), criticar al periodista o líder político de turno mientras se le venera secretamente (si las IPs hablaran), clamar contra cualquier tipo de terrorismo o fanatismo y sentir al mismo tiempo una atracción fatal o fascinación obsesiva a todo lo que le rodea, cargar con un carricoche de niños porque "todo tiene una edad", (aunque la hora de la última copa nunca te ha quedado tan clara y eso te aterra). La razón de que la vida se convierta en un "teatro global" quizá tiene que ver con la necesidad de cumplir con el "deber ser" o con lo que "se espera de uno" ¿o no, o quizá es más complejo?. Además el problema de las intenciones inconfesables es que difícilmente llegan a buen puerto.
Hay que reconocer también que hay casos de perfeccionamiento del fingimiento realmente notables y que hasta hacen una carrera de ello. En mi etapa de encuestador conocí a u tipo en una tasquilla de Madrid de mediana edad, aspecto chupado, con chaqueta de chándal y expresión descreída. Le enseño en mi agenda electrónica PDA fotos de famosos que tiene que reconocer y valorar. La mirada fija y el silencio tenso me dicen que no es la indiferencia lo que le provocan. Inicialmente no quiere saber nada de valoraciones, pero tras unos segundos algo parece que le hace cambiar de opinión. Resulta que trabajaba en una empresa que daba servicio de catering a las principales cadenas de televisión del país. Y la foto que le ha hecho reaccionar es la de la más celebrada de nuestras folclóricas, sevillana de sangre, nacimiento y nombre artístico, accesible y pizpireta donde las haya, a pesar de su edad y algún que otro gazapillo célebre. Cuando el mito te echa un café caliente en la cara al grito de "qué porquería es ésta" me imagino que muchos esquemas se romperán. Darte cuenta que para personajes como la "Gran Carmen de España" la vida es un escenario del teatro de la Latina, o un gran plató de televisión, puede hacer sospechar que estamos rodeados de "personajes", y no necesariamente relacionados con el mundo de la farándula ¿o soy yo muy susceptible?.
Por otro lado hay que decir que vemos "la paja" en los comportamientos incomprensibles de los demás, pero no vemos la "viga" de las contradicciones propias, que deberían escapársenos menos. Un saudí me habla de la sorpresa de sus amigos al comprobar que las meretrices indonesias con las que retozaron respetaban los rezos escrupulosamente mientras estaban con ellos. Es una prueba clara de inconsistencia de estas chicas en la práctica del Islam o de la superficialidad con la que entienden el Islam. Evidentemente ellas nunca podrían transitar por los sutiles recovecos que permiten a sus clientes justificar este tipo de "deslices" y tener la seguridad de que serán siempre perdonados por su "eterno propósito de enmienda".
Las ideologías, tomadas como "verdad revelada" y aceptada con tanto voluntarismo como falta de convicción, completa el cuadro de la confusión en las que nos encontramos, a mi entender. Pero hete aquí que de repente unos amigos me muestran que la respuesta a muchas preguntas está en http://www.harunyahya.com/. Se trata de un teólogo musulmán turco con mucho predicamento actualmente, que escribe sobre muchos aspectos de la vida. En sus publicaciones muestran lo que a su juicio une el Judaísmo (que no el Sionismo), Cristianismo e Islam, lo cual me parece constructivo, veraz e interesante. Luego llega la refutación de todas las ideologías "humanas" que acaban en -ismo, y acaban llegando a la negación de la teoría de la evolución o darwinismo. ¿Cómo te puedes imaginar que podemos venir del mono?. Me espeta mi amigo. Ayy…sentido común, a veces el menos común de los sentidos!!….y eso que Dios lo repartió por doquier…
En fin, hay veces la verdad que me bajaría del tren, siempre y cuando no fuera un tren de alta velocidad, no hubiera socavones y pudiera recalar directamente al Mar Muerto, donde el único secreto es una salinidad suficiente para expulsar del agua a cualquier cuerpo lo suficiente para flotar apaciblemente mientras se lee…una revista del revés…sólo para poder sacar la foto…ayyy las intenciones secretas ,-)!!!!!.
3 comments:
Joe figura....!
No me ha dado tiempo antes de acabafr el año...pero si al iniciarlo!!!!
un abrazote
Gracias por el esfuerzo, ¿y sacas alguna conclusión de todo el "tocho"?. Un abrazo.
Tu no crees que a veces, para como se dice vulgarmente "tirar para adelante", no nos mentimos a nosotros mismos mil veces? Es eso malo? Ni idea. Lo que si que te digo es que no me casaría con la amiga de una tía por seguir viendo a dicha tía.
Por mucho que intentes bajarte del tren, no lo podrás hacer nunca, bien sea por uno u otra razón.
Pides una conclusión de tu disertación? Tu crees que es necesaria? Yo creo que todo eso te ha pasado en un momento de bajuna personal. Menos sadiki y mas deporte!.
El día que los hombres se libren por completo de las religiones mal entendidas, ese día, por fin viviremos en paz. O eso creo. Ese día y el día que se acabe el petroleo.
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