Dignidad dormida o callada. (III).Ramón Díaz García.

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26/01/2001. 07:40. Un coche bomba de ETA, con cuatro kilos de dinamita destroza a Ramón Díaz, un cocinero, natural de Salamanca, conocido y querido en Donosti. Delito: trabajar en la cocina de la Comandancia de Marina en San Sebastián. En una ciudad donde la cocina tiene la importancia que tiene en ésta, no es difícil imaginar a muchos miembros de las sociedades gastronómicas de los barrios de Donosti compartir una cena o una "jamada" como se dice coloquialmente. Si hablamos de cocineros profesionales, mayor motivo para pensarlo.

Horas después de enterarme por la cadena SER del atentado escucho el programa de “Hoy por Hoy” de Iñaki Gabilondo. Conectan con San Sebastián para hablar con Juan Mari Arzak. ¡Egunon Juan Mari!, ¿qué tal está el tiempo por la Bella Easo?”. “Pues no está mal, ¡mira, tampoco te voy a mentir eh!, ha amanecido frío lloviznando y nublado, pero fíjate Iñaki que ahora el sol se está asomando”. Qué bien Juan Mari, ya me gustaría a mí pasear por La Concha y Ondarreta. Dime, ¿qué nos va a preparar hoy”. “Pues mira, una cosa muy sencillita y muy rica, endivias dos quesos. Necesitamos 5 endivias (una por persona), un cebolla grande, 100 gramos de queso azul y otros 100 de un queso blanco, harina y un litro de leche para hacer la bechamel”. “Mira es muy muy fácil Iñaki. Se rehoga la cebolla en aceite de oliva, y según de va quedando doradita vas echando harina. Después vas añadiendo queso azul y leche, muy poquito a poco eh!. Dejamos que se espese y luego la dejamos reposar. Las endivias las cocemos partidas en dos. Una vez cocidas ponemos un tipo de queso en cada mitad. Las envolvemos en harina, en huevo batido y luego pan rallado. Luego ponemos en una fuente la bechamel y las endivias por encima y al horno a gratinar, ¿qué te parece?”. “Te prometo Juan Mari que lo voy a intentar, y seguro que los que nos oyen también. Bueno Juan Mari, ha sido un placer, espero que podáis seguir difrutando ese sol tímido de Donosti, en un día que empezó….tan gris, Agur, Juan Mari, gero arte. “Agur bai, Iñaki. Un abrazo”.

El programa desconecta con Donosti y a los dos segundos continúa Iñaki, “26 de enero de 2001, un día donde la lacra del terrorismo de ETA ha vuelto a golpear Euskadi. Hoy, ETA ha asesinado al cocinero Ramón Díaz García en San Sebastián”.

Tengo constancia, Sr. Arzak, que desde varias instancias, se te pidió que dieras un paso adelante anunciando un paro en tu restaurante como protesta por el asesinato de un colega, a sabiendas de que hubiera sido seguido por otros cocineros, empresarios de hostelería, empresarios y empleados de otros ramos, y detrás de ellos, mucha más gente. Pero no lo hiciste. Que si en una profesión como la tuya significarse “políticamente” es muy duro, que en Euskadi la situación es complicada…Creo que no pudiste decir mucho más hasta que la persona con la que hablabas te colgó el teléfono indignado.

También es justo aclarar que ningún otro cocinero ni empresario (que yo sepa) paró su actividad, ni hizo un acto público de repulsa. Respecto a la cesión a la extorsión terrorista, sobran los comentarios. Me pregunto si hay un nivel de éxito profesional, de reconocimiento social de riqueza o de comodidad de la mayoría silenciosa, que compense la ignominia que ha vivido y vive esta sociedad vasca. Me refiero a esa misma mayoría silenciosa que se solidariza (anónimamente por supuesto) con ese vecino desesperado que la emprende a mazazos con la sede de Batasuna. Me atrevo a decir que cuando acabe esta pesadilla que hemos disfrazado de realidad cotidiana, y viendo las cosas con perspectiva, la pregunta responderá sola.