Saturday 28 February 2009

Dignidad dormida o callada.(II). Manuel Indiano.


29/08/2000. ETA asesina a Manuel Indiano, concejal del PP por Zumárraga (Guipúzcoa) y natural de Madrid. Dejó a su compañera sentimental embarazada de 7 meses y a toda la familia destrozada. Tenía 29 años. Fue cosido a balazos (de 7 a 10) en el negocio que regentaba de la misma localidad. Una tienda de caramelos que con mucho esfuerzo estaba sacando adelante. Había llegado hace unos años al País Vasco y había decidido presentarse a las elecciones locales en el PP. Desde hacía seis meses era concejal en su pueblo en sustitución de un compañero que había abandonado. Los otros tres que figuraban delante de él rechazaron también ser concejales. Decisión comprensible, teniendo en cuenta que ETA había asesinado desde la ruptura de la tregua (03/12/1999) a 12 personas, 7 de ellas en el último mes y medio. Manuel Indiano se sintío amenazado, pero a pesar de todo hasta el final pensó que el riesgo merecía la pena.



Decía la alcaldesa en funciones que era una persona querida para casi todo el pueblo. Veo imposible que para sus allegados y parientes de Madrid el significado de su apellido (españoles que tras hacer fortuna en América volvían a la madre patria) se ajustara a la sufrida realidad de Manuel. Para los que no son el “casi” de Zumárraga era visto como un “forastero” incómodo que venía de Madrid, cuya ideas y militancia política no pasaban por los estrechos márgenes aceptables de su modelo de sociedad-país imaginado, ideológicamente uniforme. Cualquier comparación con los indígenas latinoamericanos, sencillamente no procede.

En esa semana dos compañeras de trabajo comentaban el atentado. Hablan en voz baja, para que yo no les oiga, tampoco tenían tan claro por dónde respiraba yo, además algunas veces con mi vestimenta informal y cabellera greñosa podía hacer dudar. La más joven (que había simpatizado con el PNV pero ahora estaba cerca del PP) le comentaba a la otra (del PP de toda la vida). “Oyes, otro concejal asesinado más, no somos nada, esto no tiene final”. “Pues sí chica, esto es una pena”, le responde la mayor. “Yo la verdad, no sé como los que viven en el mismo bloque que estos políticos pueden vivir, eso es un sinvivir, yo no podría”. Por cierto, me han dicho que la chica está embarazada y no estaban casados, y eso?. “Pues sí muy raro me parece sí”.

Un prueba más clara de que la realidad ETA y sus asesinatos se ha interiorizado de tal forma en nuestro País Vasco que acaba pareciendo un elemento más de nuestro paisaje. Así que de la cotidaniedad del tiro en la nuca y el coche bomba un hecho novedoso emergía a sus ojos: Manuel y su compañera no estaban casados.

En el día del funeral mi indignación aumenta unos cuantos grados por algún comentario que me llega sobre la supuesta incomodidad de algún miembro de la Iglesia Católica (no sé exactamente quién) debido a que Manuel Indiano no estaba casado con Encarnación Carillo. Su compañera no acudió, finalmente al funeral celebrado en Madrid, por estar bajo control médico muy estricto. El estado civil, en fin, parece que rescataba el asesinato de Miguel Indiano de la rutina criminal de ETA acostumbrada y casi descontada. Entre siete y diez tiros disparados a sangre fría contra un joven madrileño que iba a ser padre en dos meses, y que a pesar de eso pensó que merecía la pena arriesgar su vida, no fueron suficientes.

1 comment:

Destructor said...

Democracia Nacional.

Espero que se presenten en las Vascongadas Españolas.