Tuesday 23 September 2008

Una explicación quiero….

Esto ya paso hace unas semanas y no puedo dejar de contarlo, a pesar de cierta desidia que me invade, ¿últimamente?. Creo que los que son desde hace un tiempo mis vecinos más cercanos se lo merecían, no voy a decir que no puedo entender el día a día en Arabia Saudí sin ellos, pero casi casi…

Resulta que en los últimos meses han estado anidando varias parejas de palomos en la repisa de mi ventana, dada la cortesía con la que les ofrezco una hermosa maceta que cumple sus necesidades habitacionales, a las pruebas me remito:




El periodo de incubación es bastante largo, dos semanas o más, en la mayoría de los casos. Sin embargo, el crecimiento desde que rompen el cascarón me parece más bien vertiginoso, nada de “vivir de los padres hasta que puedas vivir de los hijos” desde luego.



El caso es que en la última camada había constado de dos retoños, y ya habían pasado los suficientes días como para que empezaran a aletear y a apuntar maneras. Pero al asomarme de refilón y no ver actividad, me pareció un poco extraño, demasiado pronto para volar por sí mismos. Al día siguiente, cuando abrí la persiana y me asomé, el pálpito del día anterior se confirmó: Orolio, uno de los palominos, estaba en la maceta, pero muerto. Ley de vida, aunque la verdad me dio pena ver ese cuerpecito inmóvil cuando lo había visto luchar y moverse a espasmos para alcanzar la comida de su madre.



No sabía muy bien que hacer con el polluelo, como si quisiera, absurdamente, esperar a la voluntad de sus progenitores. Seguramente tenía cosas más importantes de las que ocuparme y los palomos seguramente también, pero no podía evitar preguntarme si sus padres le dejaron a su suerte, o se descuidaron algún día y no le alimentaron lo suficiente, o si quizá nació débil y estaba predestinado a acabar así.

El día siguiente la madre, no me parece aventurado presumirlo, apareció y empezó a moverse nerviosamente y a saltitos en el borde de la maceta. Finalmente, se detuvo y empezó a cabecear acercando el pico a su retoño como si tratara alimentarlo. Uno, dos, tres intentos, unos cuantos saltos más, vuelta atrás, y vuelta a intentar, hasta que desistió y salió volando. Me hubiera gustado descifrar los rudimentos que rigen el cerebro de una paloma en ese momento, saber qué efecto causan en ellos un hecho inesperado y desconocido como la muerte de un retoño. ¿Y hasta dónde llega el instinto maternal?.

Todas estas dudas me mantuvieron ocupado y me planteé un día de tregua para deshacerme del pajarito. Total, que llego del trabajo al día siguiente, y me encuentro que Onofre no estaba donde debía, había desaparecido. Tuve una intuición bajé a la calle y allí estaba, al lado de un coche, 8 metros más abajo (vivo en un segundo) y a 7 metros en horizontal de mi ventana. Ése había sido su último y corto vuelo que acabó en el suelo. El coche lo había pasado por encima para dejarlo como un sello. Decidí darle una modesta sepultura y carpetazo al asunto, pero, ¿explicación a este último hallazgo? ¿los progenitores intentaron llevarse al finado retoño para tributarle los honores? ¿En dónde? ¿Algún ave carroñera? ¿Sucesos paranormales? ¿Muerte ficticia?. Admito sugerencias.

11 comments:

-=Tekena=- said...

No me lo puedo creer, la última estrategia para liar a las nenas es tener un nido con pollos.
Impresionante!!! :D :D

Destructor said...

Hijo!! Que alegría me das, has vuelto a activar el blog!!
No busques explicaciones donde no las hay, son palomas arábigo-sauditas, con lo que el sinsentido cobra sentido.

Teke, el muy cerdazo se llevaba las negras a casa para "enseñarlas el nido", etc,etc, con lo que ya sabes como acababa la cosa: Juanra haciendo el viejo truco de la torre de Pizza, que dicho sea de paso, funciona!!

Anonymous said...

Estimado Sr. Menoyo, los estatutos del Compound prohíben tener animales de compañía voladores, con lo que será usted multado convenientemente. La mafia filipina se hará cargo de cobrar la deuda mediante violentos métodos, así que espere sentado en su casa hasta que le llamemos.

Gracias

Mr. Lary

jonerramun said...

Estimado Sr. Lary:

Con la venia y el debido respeto, he de decirle que en revisando mi contrato de alquiler, por más que lo releo no encuentro ninguna cláusula leonina como la que menciona en su escrito (o quizás en este caso debería decir palomina), de esas que acostumbran a introducir debido al ansia infinita de demanda de alojamiento por parte de las ingentes hordas de expatriados en busca del becerro de oro negro saudí.
No me consta en absoluto la existencia de los citados estatutos, y es más dándole vueltas al asunto he reparado que el óbito de Orolio (no Onofre), el palomino que se alojaba en mi repisa, se produjo en día de fumigación (fogging time), y teniendo en cuenta la toxicidad de dichas emisiones, me parece plausible la hipótesis que la muerte del imberbe palomino, estuviera directamente relacionada con la fumigación. La acusación de homicidio involuntario no me parece en manera descabellada, en manera que me reservo la posibilidad de iniciar acciones legales contra su compound.

Joe said...

Te propongo que te pases a los peces o a los lagartos. Lo único que le falta a tu casa para terminar de convertirse en un museo es un terrario o un acuario...

Pasa de los palomos.

Ehehh!! Las ratas del aire!!!!

Anonymous said...

este es mi hermano ;)

jonerramun said...

Bai horixe...zer moduz politxo; eta New Yorko argazkiak!

Anonymous said...

Mi sugerencia es: un poco de arroz y arroz con pajaritos, clásico de la gastronomía pueblerina aragonesa. Muy recomendable.

Anonymous said...

Estimado Sr. Menoyo

Cierto es que en las cláusulas no viene nada, pero es que las hemos modificado ayer con carácter retroactivo. Así que ha incumplido usted todas las normativas respecto a palomos y negras.

Mañana será usted desalojado del compound mediante actos violentos.

Gracias

Mr. Larry

Jotaele said...

Eso te pasa por no darle dos vueltas de llave al tiesto!!

HOTELES FRANCE said...

Buenisimo blog!!!